En el universo de la Cultura, la vida y la muerte son conceptos maleables, y las fronteras entre lo real y lo virtual apenas existen. Cuando Lededje Y’breq muere, su conciencia es devuelta a la existencia por la tecnología de una civilización tan avanzada que ha superado la propia mortalidad. Pero su regreso no es un milagro, sino el preludio de un conflicto que trasciende mundos, cuerpos y creencias.

En los abismos digitales de los infiernos artificiales, millones de almas sufren castigos impuestos por sociedades que creen en la necesidad del tormento eterno. Mientras las potencias galácticas debaten su derecho a crear o destruir tales lugares, la Cultura se enfrenta a un dilema moral que pondrá en cuestión su propia esencia: ¿puede una civilización ilustrada aceptar el horror como parte de su orden?

Con su habitual lucidez, ironía y profundidad filosófica, Iain M. Banks entrelaza destinos humanos y posthumanos en una trama que combina la épica del espacio con la introspección moral más intensa. Detalle superficial es una meditación sobre la conciencia, la memoria y la redención, una obra que confirma a Banks como uno de los grandes arquitectos de la ciencia ficción contemporánea.